El Distrito Financiero del Bajo Manhattan, también conocido como FiDi, es un barrio ubicado en el extremo sur de Manhattan en la ciudad de Nueva York. Limita con West Side Highway al oeste, Chambers Street y City Hall Park al norte, Brooklyn Bridge al noreste, East River al sureste y South Ferry y Battery al sur. La ciudad de Nueva York se creó en el distrito financiero en 1624, y el vecindario se superpone aproximadamente con los límites del asentamiento de Nueva Ámsterdam a fines del siglo XVII. El distrito comprende las oficinas y las oficinas centrales de muchas de las principales instituciones financieras de la ciudad, incluidas la Bolsa de Valores de Nueva York y el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Anclada en Wall Street en el distrito financiero, la ciudad de Nueva York ha sido llamada la ciudad financieramente más poderosa y el principal centro financiero del mundo, y la Bolsa de Valores de Nueva York es la bolsa de valores más grande del mundo por capitalización de mercado total.
El Distrito Financiero de Manhattan (FiDi) es mucho más que el corazón económico de Nueva York: es un barrio con historia, arquitectura icónica y un estilo de vida urbano inigualable. Ubicado en el extremo sur de la isla, FiDi está perfectamente delimitado por la West Side Highway al oeste, Chambers Street y City Hall Park al norte, el Puente de Brooklyn al noreste, el East River al sureste, y South Ferry y Battery Park al sur. Esta configuración geográfica ofrece a residentes y visitantes panorámicas únicas del skyline, accesos rápidos a vías principales y la serenidad de los espacios verdes ribereños.
Fundado en 1624 como asentamiento de Nueva Ámsterdam, el vecindario conserva vestigios de su pasado colonial en calles empedradas y edificios patrimoniales. A fines del siglo XVII, su perímetro coincidía con los límites originales de la ciudad neerlandesa, y hoy esa misma zona alberga monumentos históricos como la Trinity Church y las plazas de Wall Street.
En FiDi se ubican las sedes de las instituciones más influyentes del mundo: la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y los rascacielos de Wall Street. Esta concentración de poder económico ha convertido al barrio en el principal centro financiero global, generando un ambiente vibrante donde la vida corporativa se mezcla con la oferta residencial de alta gama.
Más allá de sus imponentes torres de oficinas, FiDi ofrece lofts históricos, condominios modernos y estudios con acabados de lujo pensados para quienes buscan vivir en el epicentro de la acción neoyorquina. Calles como Pearl Street y Stone Street están llenas de cafés, restaurantes boutique y bares con terraza, ideales para after‑work. Además, su excelente conexión con líneas de metro y ferries permite moverse por toda la ciudad en minutos.
Vivir o invertir en el Distrito Financiero es sumergirse en una experiencia urbana completa: un barrio donde la historia se fusiona con la innovación, y donde cada rincón está diseñado para ofrecer comodidad, prestigio y rentabilidad.
Como su agente de bienes raíces, María Fernanda Roda Roca se compromete a hacer que el proceso de compra y venta de viviendas sea lo más sencillo posible. Ella escuchará sus necesidades y criterios para encontrarle su "Casa de ensueño" y se dedicará a mantenerlo informado a lo largo de cada paso.